lunes, 24 de noviembre de 2008

¿Dónde está el niño con TEA?


¡Seguramente ya lo sabe! Es el tercero de la segunda fila. Aunque si es un poco más observador quizá lo sea el cuarto de la primera fila o el sexto de la última... En realidad no importa pues todos son niños, o sea iguales.
Y si bien puede que alguien diga que algunos son más iguales que otros no cabe duda: ¡todos son diferentes!
Todos pues son iguales. Todos son diferentes.
¿Cómo distinguir una vida de otra vida, un niño de otro niño?
Si hablamos de humanos, es posible distinguir alguna cosa más que las estrictas diferencias de género.
¿Se anima usted a ver algo más?

(Aporte de la revista Autismo en sociedad, en favor de todos los niños y en contra de la discriminación)

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Agradezco a Maricarmen Aguilera del Centro Leo Kanner quien me diese este texto en el Seminario organizado por su Centro en Octubre de este año.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Presentación


Este espacio nace como una necesidad, como terapeuta de niños y adolescentes con transtornos del Espectro Autista (TEA) o del llamado "continuo autista" (Bishop, 2000), de compartir con padres, pedagogos y colegas reflexiones sobre intervenciones, tratamiento y vida.
Llamaremos "Transtornos del Espectro Autista" (desde ahora: TEA) a los cuadros que forman un continuo que va desde el Trastorno Específico del Lenguaje (Specific Language Impairment) al Autismo Clásico y de Alto Funcionamiento, al Síndrome de Asperger y el Transtorno Pragmático del Lenguaje, tal como se reseña en el cuadro que presentamos y que será motivo de otros artículos:



En este espacio de reflexión buscaremos partir de una mirada ecológica: si bien nos centramos en las líneas ejes de la Teoría de la Mente (TOM), rescatamos lo principal de otras corrientes e iniciativas, pensando en una intervención adecuada a cada persona a la que nos dediquemos. Así, nos distanciamos de los enfoques rígidos basados en modelos tipo de "laboratorio" para crear entornos adecuados donde la persona pueda realizar y expresar el máximo de sus potencialidades particulares. Para ello apuntamos a cuatro direcciones:
a) comprender el TEA,
b) adaptar el entorno a la persona con TEA;
c) desarrollar un plan educativo individual (IEP: ‘individual education plan’) y
d) desarrollar y crear materiales y situaciones educativas adecuadas a la realidad de la persona con TEA.

Sean, pues, bienvenidas las sugerencias y preguntas que nos permitan un espacio de diálogo y de intercambio.